Mi experiencia con el mundo sinohablante, reflexiones sobre la superación del etnocentrismo

 Buenos días.

Mi gusto por los idiomas empezó cuando tenía 25 años, aproximadamente. Antes de esa edad, había estudiado los típicos idiomas que se dan en España, inglés y francés, y no me habían suscitado suficiente interés como para estudiarlos en profundidad. Al poco de conocer el japonés, me metí en la universidad para cursar Estudios de Asia y África en este itinerario. En este grado tuve mis primeros contactos con sinohablantes. 

Al hacer un grado que tiene muy en cuenta cuestiones como el orientalismo, me advirtieron desde el primer momento sobre los tópicos y estereotipos que se tienen sobre las personas con rasgos asiáticos. Esto me sirvió para evitar prejuicios sobre los sinohablantes y su idioma. 

Un segundo momento de mayor intensidad con sinohablantes fue cuando realicé el año de intercambio en Japón. Allí, lógicamente, había muchos más sinohablantes, por la cercanía cultural y geográfica. Tampoco quiero entrar en una comparación intercultural China-Japón, pero, si se me permite ser esencialista, diría que el bagaje que atesoraba de los primeros años del Grado me sirvió para tratar con unos y otros; pues, una vez superados ciertos prejuicios y sesgos que se adquieren en el día a día de España sobre "los orientales", es mucho más sencillo tratar con cualquier persona y no llevarse a engaño posteriormente sobre lo que está pasando en cada relación.

A mi vuelta a España no elegí chino como tercer idioma, sino que elegí árabe. No obstante, desde entonces, he ido estudiando las características del mandarín y las diferencias con otras lenguas asiáticas. Actualmente, sería incapaz de comunicarme satisfactoriamente en una conversación básica en chino; aunque, si se tratara de escribirlo o entender el contenido de los mensajes escritos, creo que podría hacer bastante más. 

Desde el año 2021 estoy orientando mi Trabajo de Fin de Máster a la enseñanza de español a sinohablantes y estoy solicitando puestos de profesor de español en China, pues considero que es muchísimo más eficiente estudiar los idiomas en inmersión. Estoy convencido de que, una vez me confirmen alguno de los puestos, incrementaré mis horas de estudio y me lanzaré a estudiar chino con tanta pasión como estudié el japonés en su momento.

La cultura china, además, tiene para mí un atractivo inmenso, tanto por la escritura como por la religión, mi otro gran interés. De hecho, el personaje central de mi tesis doctoral Daruma, Damo en chino, tiene también una gran importancia en este país. Quizá el mayor inconveniente a a este respecto y la razón de que no haya estudiado chino antes es que no he contado con una buena orientación sobre cómo hacerlo. 

En cualquier caso, llevo varios años formándome como profesor de español, y es una profesión que me apasiona y que me reporta muchísima gratificación. Creo que tengo formación teórica para solventar esos problemas que aparecen en las relaciones internacionales y que este curso es fundamental para profundizar en las problemáticas de los sinohablantes como aprendientes de español, por lo que, sí o sí, tenía que cursarlo; y creo que es una oportunidad fantástica para progresar en el conocimiento de la enseñanza de español a sinohablantes.

Saludos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Reflexión UD 2. Habilidades docentes. El mindfulness.

Reflexión UD 4. Habilidades docentes.